La retroalimentación es una de las herramientas más poderosas para consolidar el aprendizaje y el crecimiento de los estudiantes. En el cierre de un proceso educativo, puede ayudar a los estudiantes a comprender sus logros, identificar áreas de mejora y prepararse para futuros retos académicos y personales. Considerando lo último que ya nos queda de este proceso escolar, es importante pensar en una retroalimentación que le permita al estudiante proyectar sus logros y mejoras para el próximo año. Por eso, a continuación, te compartimos algunas claves para lograr una retroalimentación efectiva para tus estudiantes:

  1. Sé específico y claro

La retroalimentación más efectiva es aquella que proporciona información concreta sobre el rendimiento del estudiante en áreas específicas. Comentarios como «Buen trabajo» o «Mejor suerte la próxima vez» son demasiado generales y no aportan detalles sobre lo que hizo bien o sobre lo que necesita mejorar. La recomendación es identificar ejemplos específicos de los logros y áreas de mejora de cada estudiante. En lugar de decir «tienes que mejorar en matemáticas», intenta decir algo como: «tu comprensión de álgebra está bien desarrollada, pero necesitas practicar la resolución de problemas de geometría». Esto ayuda a que el estudiante sepa exactamente en qué enfocarse.

  1. Haz que la retroalimentación sea constructiva y motivadora

El objetivo de la retroalimentación no solo es corregir errores, sino también motivar al estudiante a seguir mejorando. Es fundamental reconocer los esfuerzos y avances, no solo señalar lo que falta por mejorar. Una recomendación para hacerla más motivadora es usar un enfoque de «lo positivo primero». Por ejemplo, destaca los aspectos en los que el estudiante ha avanzado, luego menciona áreas de mejora y, finalmente, cierra con un comentario que refuerce su potencial y capacidades. Esta estructura permite que el estudiante reciba la crítica de una manera positiva y vea las oportunidades de mejora como metas alcanzables, haciendo que su valoración no se encuentre tan solo en los errores cometidos.

  1. Promueve la autoevaluación y la reflexión

Un aspecto crucial de la retroalimentación es fomentar que los estudiantes aprendan a autoevaluarse. Darles la oportunidad de reflexionar sobre su propio proceso les ayuda a tomar conciencia de su progreso y a desarrollar habilidades de autorregulación. Para orientar este proceso puedes realizar preguntas como ¿qué fue lo más difícil para ti este año?, ¿cuál crees que ha sido tu mayor logro durante este semestre? o ¿qué te gustaría mejorar en el futuro? Puedes complementar su reflexión con tu propia retroalimentación, para crear un diálogo enriquecedor.

  1. Usa formatos visuales y diferentes canales

No toda la retroalimentación tiene que darse en forma escrita. De hecho, el uso de gráficos, rúbricas, grabaciones de voz o videos puede hacer la retroalimentación más accesible y comprensible para los estudiantes. Algunas ideas para variar el proceso de retroalimentación son, utilizar herramientas como gráficos de progreso para mostrar visualmente los logros y áreas de mejora del estudiante. También puedes grabar mensajes de voz o videos personalizados donde expliques tus comentarios de una forma más cercana y directa. Este enfoque multimodal no solo enriquece la retroalimentación, sino que también se adapta a distintos estilos de aprendizaje.

  1. Fomenta la retroalimentación bidireccional

La retroalimentación no debe ser un monólogo del docente hacia el estudiante. Involucrar a los estudiantes en el proceso de retroalimentación, animándolos a responder, preguntar y compartir sus puntos de vista, los hace sentir parte activa del proceso de aprendizaje y les permite aclarar dudas o expresar sus propias percepciones. Se puede pedir, por ejemplo, que puedan calificar la utilidad de la retroalimentación y sugieran cómo quisieran recibirla en el futuro. Esto te ayuda a mejorar la forma en que brindas retroalimentación y a crear una relación de confianza con los estudiantes, permitiendo hacer más auténtico este proceso.

  1. Da continuidad al proceso

La retroalimentación no termina con el cierre de una actividad o evaluación. De hecho, el proceso puede ser mucho más enriquecedor si los estudiantes tienen la oportunidad de aplicar los comentarios recibidos en futuras actividades. Esto les permite hacer ajustes y observar cómo su rendimiento mejora con base en la retroalimentación. Por ello, probar en otras unidades o actividades, recordar lo retroalimentado, revisar cuanto han mejorado en esta nueva evaluación o actividad o cuanto han considerado lo retroalimentado anteriormente para este nuevo proceso de aprendizaje, es una tarea fundamental, para no perder lo aprendido.

En conclusión, una retroalimentación efectiva es aquella que es clara, específica y centrada en el crecimiento del estudiante. Al cerrar un proceso educativo, es fundamental que los estudiantes comprendan tanto sus logros como sus áreas de mejora y que tengan las herramientas y la motivación para seguir avanzando en su aprendizaje. La retroalimentación efectiva no solo mejora el rendimiento académico, sino que también fortalece la relación entre el estudiante y el docente, construye una cultura de aprendizaje y autonomía constante.

La educación está en constante evolución, y con ella, la necesidad de que los docentes se mantengan actualizados y preparados para afrontar los desafíos actuales. La capacitación docente no solo debe centrarse en las metodologías tradicionales, sino también en nuevas áreas que permitan a los maestros responder a las demandas de los estudiantes y la sociedad moderna. A continuación, exploramos algunos de los potenciales temas de capacitación docente que pueden transformar la práctica educativa y mejorar los resultados en el aula.

1. Innovación Pedagógica y Métodos Activos de Aprendizaje

La manera en que los estudiantes aprenden ha cambiado radicalmente, y los docentes necesitan formarse en métodos de enseñanza activos como el aprendizaje basado en proyectos (ABP), el aprendizaje cooperativo o el aprendizaje invertido (flipped classroom). Estos enfoques fomentan la participación activa de los estudiantes, les permiten desarrollar habilidades críticas y promueven la autonomía en el aprendizaje.

Subtemas:

  • Gamificación y aprendizaje lúdico.
  • Diseño de proyectos interdisciplinares.
  • Estrategias para fomentar el pensamiento crítico y la creatividad.

2. Competencias Digitales y Tecnologías Educativas

En la era digital, la integración de herramientas tecnológicas en el aula es indispensable. La capacitación en competencias digitales permite a los docentes incorporar plataformas en línea, recursos multimedia, aplicaciones interactivas y sistemas de gestión del aprendizaje (LMS) para enriquecer las clases y facilitar la enseñanza a distancia o híbrida.

Subtemas:

  • Uso pedagógico de plataformas como Google Classroom, Moodle o Microsoft Teams.
  • Herramientas para la creación de contenidos interactivos (Kahoot, Quizizz, Genially).
  • Enseñanza a través de entornos virtuales y realidad aumentada.

3. Atención a la Diversidad e Inclusión Educativa

Las aulas actuales son diversas, con estudiantes que presentan una amplia gama de capacidades, intereses y contextos. Los docentes necesitan estar capacitados para responder a esta diversidad, adoptando prácticas inclusivas que aseguren que todos los estudiantes, independientemente de sus habilidades o necesidades, puedan aprender y participar plenamente.

Subtemas:

  • Educación inclusiva y adaptaciones curriculares.
  • Estrategias para estudiantes con necesidades educativas especiales (NEE).
  • Prácticas educativas para la inclusión de estudiantes con distintos estilos de aprendizaje.

4. Educación Socioemocional

La salud mental y el bienestar emocional son aspectos clave en el desarrollo de los estudiantes. La capacitación en educación socioemocional proporciona a los docentes herramientas para promover habilidades como la empatía, el manejo del estrés, la resolución de conflictos y la inteligencia emocional, elementos esenciales en el aprendizaje y la convivencia escolar.

Subtemas:

  • Manejo de la ansiedad y el estrés en estudiantes.
  • Construcción de relaciones saludables en el aula.
  • Estrategias para fomentar la resiliencia y la autoestima.

5. Evaluación Formativa y Alternativas a la Evaluación Tradicional

La forma en que se evalúa el aprendizaje está en revisión. Cada vez más, las evaluaciones deben ser formativas, centradas en el proceso de aprendizaje y no solo en los resultados finales. Los docentes necesitan aprender a implementar evaluaciones alternativas que proporcionen retroalimentación constante y promuevan una comprensión más profunda de los contenidos.

Subtemas:

  • Uso de rúbricas y portafolios de aprendizaje.
  • Evaluaciones por competencias y autoevaluación.
  • Retroalimentación efectiva y personalizada.

6. Gestión del Aula y Clima Escolar

El ambiente en el aula es fundamental para el éxito académico y el bienestar de los estudiantes. Capacitar a los docentes en gestión del aula y creación de un clima positivo les permite establecer normas claras, manejar los comportamientos disruptivos y promover una cultura de respeto y colaboración entre los alumnos.

Subtemas:

  • Técnicas de manejo de conflictos.
  • Creación de un entorno de aprendizaje positivo.
  • Fomento de la disciplina positiva y la autonomía.

7. Neurociencia Aplicada a la Educación

Los avances en neurociencia han proporcionado una nueva comprensión de cómo los estudiantes aprenden, y los docentes pueden beneficiarse enormemente de esta información. La capacitación en neuroeducación ofrece herramientas para entender mejor el funcionamiento del cerebro durante el aprendizaje, permitiendo a los maestros ajustar sus métodos de enseñanza para maximizar el potencial de sus alumnos.

Subtemas:

  • Cómo funciona la memoria y cómo promover un aprendizaje duradero.
  • Técnicas para mejorar la concentración y la atención en el aula.
  • Estrategias basadas en la ciencia para desarrollar habilidades cognitivas.

8. Habilidades para la Comunicación y el Trabajo en Equipo

La colaboración y la comunicación son habilidades esenciales tanto para los docentes como para los estudiantes. Capacitar a los maestros en técnicas de comunicación efectiva y dinámicas de trabajo en equipo les permite coordinar mejor con sus colegas y trabajar más eficazmente con las familias y los estudiantes para lograr los objetivos educativos.

Subtemas:

  • Comunicación asertiva y escucha activa.
  • Estrategias de trabajo colaborativo en la planificación docente.
  • Fomento de la participación de los padres y la comunidad en el proceso educativo.

Conclusión La capacitación docente es un proceso continuo y dinámico que debe adaptarse a las nuevas demandas del mundo educativo. Los temas de capacitación mencionados ofrecen un punto de partida para que los maestros adquieran habilidades actualizadas y enfoques innovadores que mejoren la enseñanza y el aprendizaje en sus aulas. Invertir en el desarrollo profesional docente no solo mejora la calidad educativa, sino que también fortalece las comunidades escolares, promoviendo un ambiente de aprendizaje más inclusivo, colaborativo y preparado para enfrentar los retos del siglo XXI.

En los últimos años, el concepto de las aulas flexibles ha ganado terreno como una solución innovadora y efectiva para la enseñanza. Esta metodología no solo responde a las necesidades cambiantes del mundo educativo, sino que también ofrece un enfoque centrado en el estudiante, fomentando un entorno de aprendizaje más inclusivo y adaptativo.

¿Qué son las aulas flexibles?

Las aulas flexibles son espacios diseñados para permitir que el mobiliario, la distribución y las herramientas educativas se ajusten a diversas modalidades de aprendizaje. A diferencia de las aulas tradicionales, en las que los estudiantes permanecen estáticos en escritorios alineados hacia el profesor o profesora, en una clase flexible el espacio se adapta según las actividades, necesidades o preferencias de los alumnos. Esto puede incluir la reconfiguración de mesas para trabajos en equipo, el uso de rincones tranquilos para la lectura o el acceso a estaciones tecnológicas o recursos para la investigación autónoma.

Beneficios de las aulas flexibles

  1. Fomento de la colaboración: Al permitir la reorganización del mobiliario, los estudiantes pueden trabajar fácilmente en equipo, lo que promueve el intercambio de ideas y el aprendizaje colectivo. Las aulas flexibles crean un entorno donde la colaboración es más accesible y natural.
  2. Adaptación a diferentes estilos de aprendizaje: No todos los estudiantes aprenden de la misma manera. Algunos prefieren aprender de manera visual, otros auditiva, y otros de manera kinestésica. Las aulas flexibles permiten a los estudiantes elegir el entorno que mejor se adapte a su estilo de aprendizaje.
  3. Mayor participación y motivación: Al ofrecer un entorno más dinámico, los estudiantes se sienten más involucrados en su propio proceso de aprendizaje. La capacidad de moverse y elegir cómo participar en las actividades puede aumentar su motivación y compromiso con el aprendizaje.
  4. Desarrollo de habilidades del siglo XXI: En un aula flexible, los estudiantes tienen la oportunidad de desarrollar habilidades clave como la resolución de problemas, el pensamiento crítico y la gestión del tiempo. La capacidad de adaptarse a diferentes entornos y desafíos es esencial para el éxito en la vida y en el ámbito profesional.
  5. Fomento de la autonomía: Los estudiantes pueden tener más control sobre su entorno, lo que fomenta la independencia y la responsabilidad. Pueden elegir dónde trabajar, cómo organizar sus materiales y qué recursos utilizar para completar sus tareas.

Desafíos de las aulas flexibles

A pesar de los múltiples beneficios, la implementación de aulas flexibles también conlleva desafíos. La gestión del aula puede ser más compleja para los docentes, quienes deben equilibrar la libertad de los estudiantes con la necesidad de mantener un entorno productivo. Además, la planificación pedagógica debe ser cuidadosa para garantizar que las actividades y el uso del espacio estén alineados con los objetivos de aprendizaje.

La cantidad de estudiantes en las salas de clases hace que muchas veces este tipo de innovaciones pedagógicas dejen al margen la posibilidad de ser implementadas. Sin embargo, incluir algunas iniciativas que respondan a nuestros contextos y realidades, como, por ejemplo, considerar un rincón de lectura o de consulta bibliográfica, sin duda fortalecerá la práctica pedagógica en el aula.

Conclusión

Las aulas flexibles representan un paso hacia un modelo educativo más centrado en el estudiante y adaptado a las demandas del mundo moderno. Al crear entornos que se ajustan a las necesidades individuales y fomentan habilidades esenciales y la autonomía, estas aulas tienen el potencial de transformar la experiencia de aprendizaje y preparar a los estudiantes para los desafíos del futuro. Sin embargo, su éxito depende de una implementación estratégica y un compromiso con la innovación tanto por parte de los educadores como de los estudiantes. En un mundo donde el cambio es la norma, las aulas flexibles no solo se adaptan, sino que también preparan a los estudiantes para un futuro en constante evolución.


En el contexto educativo actual, el desarrollo del pensamiento crítico se ha convertido en una prioridad. Ya hemos revisado anteriormente que el pensamiento crítico permite a los estudiantes analizar y evaluar información de manera efectiva, junto con tomar decisiones informadas y resolver problemas complejos. Es por ello que el desafío educativo hoy está puesto en implementar metodologías activas en la sala de clases que han emergido como una herramienta poderosa.

¿Qué son las metodologías activas? 

Las metodologías activas son enfoques pedagógicos que colocan al estudiante en el centro del proceso de aprendizaje. A diferencia de las metodologías tradicionales, donde el profesor es el principal transmisor de conocimiento, en las metodologías activas, los estudiantes participan activamente en su propio aprendizaje. Esto incluye actividades como el aprendizaje basado en problemas (ABP), el aprendizaje cooperativo, los estudios de caso y las simulaciones. Algunos ejemplos de situaciones didácticas que implica la metodología activa son:

  • Aprendizaje Basado en Problemas (ABP): Los estudiantes trabajan en grupo para resolver un problema real. Este enfoque los obliga a investigar, discutir y llegar a soluciones basadas en la evidencia. 

  • Estudios de caso: Los estudiantes analizan situaciones reales o simuladas y deben aplicar sus conocimientos para resolverlas. Este método los entrena en el análisis crítico y la toma de decisiones.
  • Simulaciones: A través de juegos de rol o simulaciones, los estudiantes pueden experimentar escenarios complejos en un entorno controlado, lo que les permite explorar diferentes soluciones y entender las consecuencias de sus decisiones. 
  • Gamificación: Utilización de elementos de juego (puntos, desafíos, recompensas) para motivar a los estudiantes y hacer el aprendizaje más atractivo y dinámico. 


¿Cuáles son los beneficios de las metodologías activas para el pensamiento crítico? 
Implementar metodologías activas en la sala de clases no solo hace que el aprendizaje sea más dinámico y participativo, sino que invita a los estudiantes a tomar decisiones que son cada vez más complejas en un mundo donde la información es abundante. Otros beneficios que se han observado también son:
1. Promueven la participación activa: Cuando los estudiantes participan activamente en su aprendizaje, están más motivados para cuestionar, investigar y reflexionar. Este proceso de participación activa fomenta la práctica del pensamiento crítico, ya que los estudiantes no solo reciben información pasivamente, sino que la examinan, la cuestionan y la aplican en diferentes contextos. 


2. Fomentan la resolución de problemas: Las metodologías activas, como el ABP, plantean problemas complejos que requieren una solución creativa. Al enfrentarse a estos problemas, los estudiantes deben utilizar el pensamiento crítico para evaluar diferentes soluciones, considerar posibles consecuencias y elegir la mejor opción. 


3. Estimulan el trabajo colaborativo: El trabajo en grupo es una característica común de las metodologías activas. Colaborar con otros estudiantes obliga a los individuos a explicar sus razonamientos, considerar diferentes puntos de vista y llegar a consensos, todo lo cual refuerza el pensamiento crítico. 


4. Facilitan la reflexión: Las metodologías activas incluyen momentos de reflexión, donde los estudiantes pueden evaluar su propio proceso de aprendizaje, identificar errores y ajustar su pensamiento. Este proceso reflexivo es clave para desarrollar un pensamiento crítico sólido. 


Las metodologías activas representan un cambio significativo en la enseñanza, pasando de un enfoque centrado en el profesor a uno centrado en el estudiante. Este enfoque no solo mejora el aprendizaje académico, sino que también prepara a los estudiantes para enfrentar los desafíos del mundo real con confianza. Pensar críticamente es una habilidad invaluable para el mundo de hoy.

Existe un acuerdo en el mundo educativo de que la colaboración y la comunicación efectiva son cada vez más valoradas y necesarias para el desempeño de los conocimientos de manera eficiente en los estudiantes. Los proyectos de escritura colaborativa se destacan como herramientas poderosas para el desarrollo de habilidades clave y la consolidación de conocimientos en diferentes disciplinas. Este enfoque no solo mejora la competencia en escritura, sino que también fortalece el trabajo en equipo, la creatividad y el pensamiento crítico. En este artículo, exploraremos los beneficios de la escritura colaborativa en el aula y presentaremos pasos prácticos para implementarla.

Beneficios de la Escritura Colaborativa:

  1. Desarrollo de habilidades Sociales: La escritura colaborativa fomenta la interacción entre los estudiantes, ayudándoles a desarrollar habilidades sociales esenciales como la comunicación, la negociación y la resolución de conflictos. Trabajar juntos en un proyecto de escritura requiere que los estudiantes se escuchen entre sí, compartan ideas y lleguen a consensos, promoviendo un entorno de respeto y cooperación.
  2. Mejora de la calidad del Texto: La colaboración permite a los estudiantes beneficiarse de las fortalezas de sus compañeros. Al compartir y revisar mutuamente sus escritos, pueden aportar diferentes perspectivas y habilidades, lo que suele resultar en un texto más rico y bien elaborado. La revisión en grupo también ayuda a identificar y corregir errores que pueden pasar desapercibidos en la escritura individual.
  3. Fomento de la creatividad: Trabajar en equipo puede dar lugar a ideas más innovadoras y creativas. La diversidad de pensamientos y enfoques en un grupo de trabajo estimula la generación de ideas nuevas y originales que un solo estudiante podría no considerar.
  4. Fortalecimiento del pensamiento crítico: La escritura colaborativa requiere que los estudiantes analicen y evalúen ideas de manera crítica. Deben argumentar, justificar sus puntos de vista y reflexionar sobre las opiniones de sus compañeros, lo que promueve el desarrollo del pensamiento crítico y habilidades analíticas.

A continuación, revisaremos pasos para poder implementar un proyecto de escritura colaborativa que vaya en beneficio de cualquier disciplina que estime esta acción como beneficiosa.

  1. Objetivo: Establece cuál será tu objetivo para que puedas seleccionar adecuadamente el tipo de texto colaborativo que diseñarán los estudiantes. Si quieres evidenciar conocimientos de un tema muy amplio, puedes trabajar en un periódico con textos informativos. Si quieres evidenciar algún tema específico, puedes trabajar un cuento o texto narrativo.
  2. Presentación del proyecto: Una vez establecido tu objetivo, presenta el proyecto de escritura colaborativa a tus estudiantes y las características fundamentales del texto que trabajarán, indica directrices que deben estar contenidas en indicadores de evaluación, como extensión, tratamiento de la información, plazos de revisión de avances, entre otros.
  3. Orientaciones para el desarrollo: Las orientaciones fundamentales para tus estudiantes en su desempeño en la elaboración de sus proyectos deben ser las siguientes:

Formación de grupos: 

  1. Divida la clase en grupos pequeños de 3 a 5 estudiantes.
  2. Asigne roles dentro de cada grupo, como escritor principal, editor, ilustrador, etc., según las habilidades e intereses de los estudiantes.

Generación de ideas:

  1. Solicite para la creación de los textos lluvia de ideas inicial para ordenar los temas o el contenido a trabajar.
  2. A partir de los roles determinados inicialmente comienzan las primeras redacciones y revisiones.
  3. Anímelos a pensar en tramas, personajes y escenarios originales.

Revisión y edición:

  1. Cada grupo revisará y editará sus textos, prestando atención a la coherencia, la gramática y el estilo.
  2. Fomente la revisión cruzada, donde un grupo revisa el trabajo de otro grupo para ofrecer feedback constructivo.

Publicación

  1. Inste a los estudiantes a entregar trabajos para la divulgación del contenido para otros estudiantes. Esto estima un compromiso en la calidad del trabajo y una motivación a la creación de contenido que puede servir a otros compañeros en el establecimiento.

Los proyectos de escritura colaborativa son prioritarios considerando las nuevas exigencias educativas que nos propone la actualización curricular, donde la lectura y escritura son habilidades transversales. Parece ser una excelente manera de integrar estas habilidades de comunicación, creatividad y pensamiento crítico en el aula. Al diseñar e implementar estos proyectos, los educadores pueden crear experiencias de aprendizaje enriquecedoras y motivadoras que preparen a los estudiantes para el éxito en sus futuras interacciones académicas y profesionales.

¿Has probado proyectos de escritura colaborativa en tu aula? ¿Te animas a implementarlos?

Hace pocos días MINEDUC presento la Propuesta de Actualización Curricular, que sintetiza las conclusiones y acuerdos de un proceso que se viene construyendo desde el año 2022, pero ¿por qué una propuesta para una actualización curricular? Es importante recordar que la Ley General de Educación mandata en su artículo 31 que “las bases curriculares tendrán vigencia mínima de 6 años”. Las bases curriculares tuvieron su último gran cambio entre el 2011 y el 2015 a partir del cambio en la ley el año 2009, y si bien el 2018 hubo ajustes en las bases de primero a sexto básico, cambios concretos solo ocurrieron en educación de Párvulo y en 3° y 4° medio, por lo que ya no es suficiente un ajuste de cara a los desafíos que las escuelas deben enfrentar en los procesos educativos.

La propuesta de actualización curricular responde a una secuencia de acciones que sintetiza los antecedentes recogidos en un extenso diagnóstico sobre cómo debe ser el proceso educativo en Chile en consideración a los desafíos país y en el mundo. Alguno de los elementos interesantes que nos deja está propuesta son:

  1. Trayectoria formativa: Los cambios en los currículums de educación de párvulo y de tercero y cuarto medio sientan bases de la importancia de incorporar en la gestión pedagógica habilidades que son esenciales de desarrollar en las aulas y la vinculación con los aprendizajes, sin embargo, el recorrido desde primero básico a segundo medio seguía obviando este antecedente. La propuesta incorpora una renovación de los OAT, con nuevos ejes y objetivos que dialogan directamente con las dimensiones de habilidades para el siglo XXI, esto sin duda fortalece el vínculo de los procesos de enseñanza en la trayectoria educativa de los estudiantes haciéndolo más coherente entre educación parvularia, básica y media.

Nueva arquitectura en las asignaturas: La propuesta de actualización curricular nos presenta en la organización de las asignaturas una propuesta más simple donde se observa una homologación de la trayectoria educativa entre los niveles y asignaturas. Se proponen tres elementos centrales que las constituyen, el propósito formativo, el enfoque disciplinar y el eje formativo. Estos permiten que la redacción del OA pueda evidenciar de manera más clara las tres dimensiones fundamentales en la enseñanza, habilidad, conocimiento y actitud. Adicional se observa la disminución de OA en las asignaturas y el reenfoque de los ejes en cada una de ellas.

  • Transversalización de habilidades comunicativas: Las habilidades de lectura, escritura y comunicación oral cobran un protagonismo relevante en esta propuesta ya que pasan a ser parte de todas las disciplinas, integrándose como habilidades en los OA, pero además suma un eje que plantea objetivos propios para el desempeño en la asignatura. Este cambio es revelador, dado que asume la importancia de estas habilidades en todas las disciplinas, permitiendo reforzar herramientas que en trayectoria formativa son pertinentes para la formación del estudiante en todo el ciclo educativo.
  • Innovación disciplinar: Se observa una revisión de todas las asignaturas y una actualización en torno a la propuesta formativa y disciplinar, esto admite la conformación de nuevos objetivos, el cambio de nombre en algunas asignaturas, una trayectoria entre los niveles de párvulo, básico y media mucho más coherente y la integración de nuevas asignaturas que fortalecen la perspectiva integral e interdisciplinar de la enseñanza.

Sin duda, la lectura de la Propuesta de Actualización Curricular debe ser una acción calma y con mucho análisis. Los docentes y participantes en el contexto educativo estamos llamados a leer, conversar, debatir y aunar criterios sobre los antecedentes que nos han presentado, para de este modo validar un proceso que ha considerado abiertamente la perspectiva no solo de académicos, sino que de comunidades educativas y de la sociedad civil, interesados todos en establecer un gran acuerdo sobre cómo se debe avanzar en la educación en Chile que responda a los estándares internacionales, sino también a conformar la formación de niños, niñas y jóvenes de manera más integral y que sean pertinentes al crecimiento y desarrollo en nuestro país.

La habilidad para resolver problemas es una competencia esencial en la vida diaria y en el ámbito profesional. Los docentes tienen la oportunidad y la responsabilidad de desarrollar esta habilidad en sus estudiantes desde una edad temprana. Aquí te ofrecemos algunos consejos prácticos para fomentar la resolución de problemas en tus estudiantes.

Es fundamental que los estudiantes se sientan cómodos compartiendo ideas y cometiendo errores. Un entorno de aprendizaje abierto promueve la creatividad y la colaboración, elementos clave para la resolución efectiva de problemas. Para ello, algunas acciones importantes de instalar son:

  • Animar a los estudiantes a hacer preguntas: Las preguntas estimulan el pensamiento crítico y ayudan a los estudiantes a profundizar en su comprensión de los temas.
  • Valorar los errores como oportunidades de aprendizaje: Los errores son una parte natural del proceso de aprendizaje. Al normalizar los errores, ayudas a los estudiantes a verlos como pasos hacia la solución.

Otro elemento fundamental es incorporar problemas reales en las actividades del aula, esto hace que el aprendizaje sea más relevante y atractivo para los estudiantes. Para ello, algunas buenas actividades son:

  • Relacionar los problemas con intereses de los estudiantes: Al conectar los problemas con los intereses personales de los estudiantes, aumentas su motivación para encontrar soluciones. Algunos ejemplos son, el juego con cartas Pokémon, algunos juegos con puntajes en videojuegos o aplicaciones de celular, juegos de mesa, entre otros.
  • Presentar situaciones de la vida cotidiana: Llevar actividades que los estudiantes son partícipe en la vida cotidiana a ser resultas en la clase es una acción interesante que nos permite evidenciar la habilidad de resolver problemas de nuestros estudiantes. Algunos ejemplos de esto son, simular situaciones de compra tales como, feria de las pulgas o supermercado, crear o ejecutar una receta, planificar un viaje, recorrido o paseo.

Proporcionar a los estudiantes una metodología también es una acción fundamental, ya que les da un marco para abordar problemas de manera estructurada. La metodología Pólya es una propuesta que permite procesar la información de manera adecuada e integrar el desempeño de las otras habilidades del pensamiento matemático que fortalecen la habilidad de resolver problemas. Sus pasos son:

  • Comprender el problema: mediante preguntas como, ¿cuál es la incógnita? ¿cuáles son los datos? ¿cuál y cómo es la condición?, el estudiante debe contextualizar el problema. Esta fase fortalece la habilidad de modelar.
  • Elabora un plan: En esta fase, Polya sugiere encontrar algún problema similar al que se confronta y/o poner en acción los conocimientos para el desempeño de la resolución. En esta fase se fortalece la habilidad de representar.
  • Resuelve o ejecuta tu plan: Toda vez que se tiene en claro un plan, este debe ejecutarse y observar los resultados. En esta fase se fortalece la habilidad de resolver problemas.
  • Verifica y argumenta: Una vez que ya se aplicó el plan, es necesario examinarlo. En esta parte del proceso es muy importante detenerse a observar qué fue lo que se hizo y argumentar las decisiones tomadas. Algunas preguntan pueden ser: ¿puedo verificar el resultado?, ¿puedo obtener el resultado de forma diferente? ¿puedo emplear el resultado o el mismo plan en algún otro problema? Esta fase fortalece la habilidad de argumentar y comunicar.

Desarrollar la habilidad de resolución de problemas en el aula es una inversión en el futuro de los estudiantes. Al crear un entorno de aprendizaje abierto, utilizar problemas del mundo real, enseñar con una metodología que los ordene son un salto a la enseñanza de las matemáticas de manera más profunda y significativa para nuestros estudiantes, para así permitirles observar esta disciplina más que una situación con mayor apropiación y estima, que sin duda se verá reflejado en los resultados que esperamos.

En el ámbito educativo, la evaluación es una pieza fundamental para medir el progreso y el logro de los estudiantes. Sin embargo, más allá de simplemente asignar calificaciones, la evaluación formativa es un mecanismo poderoso que no solo mide el aprendizaje, sino que también lo impulsa y lo mejora.

En este artículo, exploraremos en profundidad la evaluación formativa como una herramienta clave para fomentar la mejora continua en el proceso educativo.

¿Qué es la Evaluación Formativa?

La evaluación formativa es un enfoque de evaluación que se centra en el proceso de aprendizaje de los estudiantes en lugar de solo en los resultados finales. Su objetivo principal es proporcionar retroalimentación oportuna y específica que permita a los estudiantes identificar sus fortalezas, áreas de mejora y tomar medidas para avanzar en su aprendizaje.

Algunos de los beneficios de la evaluación formativa para la mejora del aprendizaje son:

  1. Retroalimentación constante: Permite identificar errores, corregir malentendidos y realizar ajustes en tiempo real para mejorar su aprendizaje.
  2. Fomento del autoaprendizaje: Al recibir retroalimentación específica y constructiva, los estudiantes son capaces de autorregular su aprendizaje, establecer metas realistas y seguir un plan de acción para mejorar continuamente.
  3. Identificación de necesidades de aprendizaje: Al enfocarse en el proceso de aprendizaje, la evaluación formativa ayuda a los educadores a identificar las necesidades individuales de cada estudiante y adaptar su enseñanza para satisfacer esas necesidades de manera más efectiva.
  4. Mejora de la enseñanza: La evaluación formativa no solo beneficia a los estudiantes, sino que también proporciona información valiosa a los educadores sobre la eficacia de sus métodos de enseñanza. Esta retroalimentación les permite ajustar y mejorar sus prácticas pedagógicas para satisfacer las necesidades de los estudiantes de manera más efectiva.
  5. Promoción de un ambiente de aprendizaje positivo: Al estar centrado en el proceso de aprendizaje y la mejora continua, la evaluación formativa ayuda a crear un ambiente de aprendizaje positivo donde los errores se ven como oportunidades de crecimiento y mejora, en lugar de como fracasos.

Incorporar la evaluación formativa no refiere únicamente a quitar la calificación constante en los procesos de enseñanza, sino que es una herramienta poderosa que permitirá impulsar mejoras profundas y continuas a partir de los datos reales de los procesos educativos, generando la toma de decisiones oportunas y diálogos permanentes. De allí la importancia de capacitarnos de manera adecuada en las implicancias del decreto 67, la implementación de acciones formativas, remediales y la correcta retroalimentación de aprendizajes, que nos permitan el desarrollo real de lo formativo en una evaluación en beneficio de la trayectoria educativa de nuestros estudiantes.

Sabemos que para los indicadores de calidad de los procesos educativos la comprensión lectora siempre es un aspecto relevante y revelador de como el aprendizaje de nuestros estudiantes se incorpora.

 En este artículo, exploraremos por qué la comprensión lectora es esencial para el éxito académico de los estudiantes y porque debemos abordarla a tiempo cuando identificamos dificultades en el dominio comprensivo.

La capacidad de comprender lo que se lee permite a los estudiantes:

  • Desarrollo de habilidades cognitivas: La comprensión lectora no solo implica entender el significado literal de un texto, sino también la capacidad de analizar, sintetizar, evaluar y aplicar la información de manera crítica. Estas habilidades cognitivas son fundamentales para el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la toma de decisiones informadas.
  • Autonomía y aprendizaje continuo: Al poder comprender y asimilar la información por sí mismos, los estudiantes pueden investigar, explorar y aprender de forma autodidacta a lo largo de su vida, lo que les prepara para afrontar los desafíos del mundo actual en constante cambio.

Por otra parte, es crucial abordar las dificultades en la comprensión lectora a tiempo por las siguientes razones:

  • Prevención de retrasos académicos: Los estudiantes con una buena comprensión lectora tienden a tener un mejor desempeño en todas las asignaturas, ya que son capaces de entender las preguntas en evaluaciones, analizar y responder adecuadamente a los problemas planteados, y expresar sus ideas de manera clara y coherente en ensayos y trabajos escritos.
  • Construcción de una base sólida: La comprensión lectora es una habilidad que se construye a lo largo del tiempo, por lo que es importante intervenir temprano para construir una base sólida en esta área y evitar que las dificultades se acumulen y se conviertan en obstáculos mayores en el futuro.
  • Mejora del autoconcepto y la motivación: Los estudiantes que experimentan dificultades en la comprensión lectora pueden sentirse frustrados, desmotivados e inseguros en su capacidad para tener éxito académico. Al abordar estas dificultades a tiempo, se puede mejorar su autoconcepto y motivación, lo que les permitirá enfrentar los desafíos académicos con confianza y determinación.

En conclusión, la comprensión lectora es un pilar fundamental en la educación de los estudiantes, ya que fomentar en el ámbito escolar no solo contribuye al éxito académico de los estudiantes, sino que también les prepara para ser ciudadanos críticos, informados y autónomos en la sociedad del siglo XXI.

Así mismo, abordar las dificultades en esta área a tiempo es crucial para garantizar que todos los estudiantes tengan la oportunidad de desarrollar plenamente su potencial educativo y alcanzar sus metas académicas y profesionales.

¿Lectura Comprensiva o Comprensión Lectora?

La comprensión lectora y la lectura comprensiva son términos que a menudo se utilizan de manera intercambiable, pero pueden tener algunas diferencias sutiles en su énfasis y aplicación.

La comprensión lectora es un término amplio que se refiere a la capacidad de entender y extraer significado de un texto. Implica la habilidad para interpretar, analizar y evaluar la información presentada en un texto. La comprensión lectora va más allá de la mera decodificación de palabras; implica la capacidad de comprender conceptos, inferir significados, identificar ideas principales y detalles, y relacionar la información con conocimientos previos.

La lectura comprensiva, por otro lado, se centra más específicamente en el proceso de leer para entender. Se refiere a la capacidad de leer con un propósito claro y de manera activa para extraer significado del texto. La lectura comprensiva implica técnicas específicas utilizadas durante el proceso de lectura, como identificar palabras clave, hacer preguntas y relacionar la información con experiencias previas.

Reconocer las particularidades de cada uno de estos procesos nos hace poder enfrentar de mejor manera el foco que queremos poner al proceso comprensivo.

Por un lado, comprensión lectora debemos considerar como dice su premisa principal que tenga la habilidad de comprender por ello algunas de las acciones fundamentales tienen que incluir estrategias que permitan que el procesamiento de la información le permita dar sentido a lo que se lee. Algunas estrategias interesantes de abordar son:

  • Comprender el propósito del autor
  • Comparar y contrastar
  • Identificar el lenguaje figurado
  • Hallar el significado de palabras por contexto
  • Hallar la secuencia
  • Sacar conclusiones y hacer inferencias

Por otra parte, leer comprensivamente debe complementar el proceso de comprensión lectora, ya que estás herramientas permitirán poner en práctica y facilitar la intención de las estrategias comprensivas. Por ello algunas técnicas para una lectura comprensiva interesante de complementar son:

  • Reconocer estructura Textual
  • Subraya las ideas importantes
  • Toma notas al costado del texto
  • Crea preguntas al texto
  • Dibuja lo que comprendes
  • Explícalo con tus palabras

En resumen, la comprensión lectora es un concepto más amplio que abarca la capacidad general de entender y procesar información de un texto, mientras que la lectura comprensiva se enfoca en las acciones específicas que se llevan a cabo durante el acto de leer para lograr una comprensión profunda del contenido. En muchos contextos, ambos términos se utilizan para intencionar una acción común, ya que ambas son esenciales para una lectura efectiva y significativa, pero debemos tener claridad cuál será nuestro foco de trabajo, sin mal entender que una sea mejor que otra, sino como centramos los esfuerzos en una u otra para hacer más eficiente el logro de los objetivos que nos tracemos en la trayectoria educativa de nuestros estudiantes. Y tú, ¿cómo vas a aborda el proceso comprensivo?, ¿desde la comprensión lectora o la lectura comprensiva?